Tengo fe en mis ideales.

Una vez más con la venia de mis hermanos, ocupo la tribuna de la elocuencia para disertar sobre el primer saludo que dirigimos al V∴M∴ cuando entramos a la Logia, este saludo a la letra dice: TENGO FE EN MIS IDEALES.

El Masón, no importa el grado que tenga debe ser por causa de su iniciación un idealista que ha pasado de las tinieblas a la luz. Los que han pasado por esta metamorfosis en el cuarto de reflexiones en su iniciación, se transforman en idealistas y desechan la ignorancia, el fanatismo y la superstición y se transforman por su libre y espontanea voluntad en idealistas, ávidos de conocimientos y de perfectibilidad.

El ideal es una emoción basada en la Razón y no en el Instinto. El idealista es un ser humano que busca la perfección, despojándose de la mediocridad.

Ser idealista es un estado en el que el afán de perfección es permanente y hay una Rebeldía constante a la mediocridad; y esta clase de seres, llevan en su mente, en su corazón y en su espíritu el resorte misterioso de un ideal. Recuerda esto: que el ideal es como una ascua sagrada capaz de templarte para las grandes acciones de la vida. Cuida tus ideales porque ellos son el penacho de tu temperamento. 

El idealista es un ser humano que sabe valorar los errores y las virtudes de los grandes genios de la humanidad como Sócrates, Platón, Cristo, Montaigne, Mozart Dante, Shakespeare y otros más que se me escapan de la mente.

Ser idealista es ser un visionario, y tener la capacidad de ver más allá de nuestras narices. Y no solamente vivir para comer y comer para vivir; ser visionario es aprender a volar y extender las alas para alcanzar tus ideales afanoso de perfección y Rebelde a la mediocridad. Así debe ser el auténtico Masón no importa el grado que ostente. Tener fe en nuestros ideales masónicos, es estar convencidos de que no hay nada superior a la libertad, a la justicia, la verdad, el respeto, el amor A Dios, al prójimo y así mismo; cristalizar estos ideales en nuestra vida cotidiana requiere: esfuerzo, dedicación, entrega, dinero, tiempo, talento, estudios filosóficos y científicos y sobre todo anhelos de perfección moral mediante la práctica ca cotidiana de las virtudes antes mencionadas. Ser Masón es un ideal que debe cristalizarse no en el decir, ni en el hacer, sino en ser un hombre libre y de buenas costumbres y que ahonde pozos sin fin a los vicios y pasiones y que sea un ejemplo de moralidad mediante la práctica de las virtudes.

Concluyo con una pregunta ¿Como masón tienes fe en tus ideales? si es así medita esta expresión: quién aprende a pensar tan alto y tan rápido como las ideas, sabe también que nuestra superación y nuestras limitaciones se intentan siempre con orden y paciencia. Está mi palabra en prenda y voy por ella. 

Prof. David Hernández Álvarez. ( En el Et∴ Or∴ ).

M∴M∴ Miembro de la R∴L∴S∴ Antonio Canales Olivares número 64.