Hago uso de la palabra en esta ocasión para compartir con mis hermanos unas breves reflexiones sobre un tema complejo y que para abordarlo con la profundidad debida, se requiere mucho estudio; sin embargo el objetivo de estas líneas es aportar una contribución en el esclarecimiento del tópico: Masonería y religión.
Las palabras son un acuerdo entre la humanidad. La RAE define religión como: “Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.” Esta definición se construye tal vez con apoyo en la etimología de la palabra.
Religión viene del latin religio, -ōnis, que significa escrúpulo o delicadeza (1); otros más se pierden en su origen semántico, e indican que dicha palabra deriva de las voz re-ligare, algo así como atar, unir o volver a unir. Como la voz de origen dista mucho en ocasiones del concepto aceptado en el presente, hablar de significados, definiciones y etimología podría resultar una pérdida de tiempo, entonces preguntémonos ¿Es la Masonería una religión?
Mi respuesta, de acuerdo a mi experiencia, es que no. Para mi la Masonería no es ni una religión, ni la religión. Aunque cada hermano tiene el derecho de convertirla en su religión si así lo prefiere.
Observo que la religión tiene algunas características que no comparte con la Masonería. Nuestra Orden, contrariamente a las religiones, no pretende estar en posesión de la verdad. Ellas se caracterizan por: “Prometer, Creer y Convertir”. Las religiones prometen la salvación; creen en una teología precisa, convierten a los no creyentes y finalmente, todo lo anterior está apoyado en dogmas. La Masonería, sin embargo, da negativo en los cuatro casos. La Filosofía Moral no promete ninguna salvación; no tiene una teología específica, no quiere convertir a los no adeptos y no se aferra a ningún dogma; al contrario pretende derribarlos.
Se suele pensar que nuestra respetable corporación es una religión, porque por medio de nuestros estudios abordamos aspectos metafísicos y esotéricos por los cuales conocemos los deberes que el ser humano tiene para con la divinidad; manejamos prácticas rituales y nuestra filosofía también sostiene un conjunto de normas morales para la conducta individual y social. Pero estas características no la convierten en una religión.
No deben usarse los Landmarks o antiguos límites para afirmar que la Masonería es una religión. La creencia en la existencia de Dios como el Gran Arquitecto del Universo es uno de los Landmarks más importantes de la Orden. Siempre se ha considerado que quien niegue la existencia de un Poder Supremo y Omnipotente no puede ser un iniciado.
Tal vez por esto, Joseph Fort Newton en su texto “La religión de la Masonería” nos dice que nuestra orden es … “un sistema de misticismo moral que expresa la fe en Dios y en la vida eterna mediante antiguos y sencillos símbolos entresacados del arte de la construcción que aduce las mejores cualidades de la naturaleza humana y enseña la confraternidad de toda vida”. Esa es la opinión de nuestro hermano el autor y cabe aclarar que en mi caso, creo que los conceptos de vida eterna y la fe en Dios, no deben entenderse en el contexto que lo emplean algunas religiones; para la Filosofía Moral tienen un significado distinto que cada uno con su trabajo y estudio debe encontrar.
Desde las constituciones de Anderson se estableció que el Masón está obligado por su carácter a obedecer la ley moral. Pero se considera hoy mucho más conveniente obligarlo tan sólo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones; es decir, que han de ser hombres probos y rectos, de honor y honradez, cualquiera que sea el credo o denominación que los distinga. De esta suerte la Masonería es el Centro de Unión y el medio de conciliar verdadera Fraternidad entre personas que hubieran permanecido perpetuamente distanciadas.
Tratar de definir el concepto religión es muy complejo y puede que algunos estimen que tratar de lograrlo, nos conduciría a una discusión bizantina. Conformar una herramienta para que el género humano se vuelva a unir al creador, para mi es innecesario. El principio creador de todo cuanto existe, es una gran mente que se manifiesta por medio de energía perceptible en múltiples formas. Todos somos parte de ese principio, de ese gran todo; y como tal, siempre tenemos una conexión con él, nunca la hemos perdido. No conocernos a nosotros mismos, nos hace suponer que tal cosa ha sucedido. Ese vínculo es innato e indestructible y no me queda duda que en su momento regresaré al lugar de donde vine, a las manos del creador.
Los masones oramos, nuestra oración es el trabajo. No sólo la labor exterior, sino el trabajo interior, que nos permite conocernos a nosotros mismos. Viene a mi mente la Biblia cuando en Mateo 6, versículos del 5 al 8 se bis señala lo que Jesús de Nazaret enseñó al afirmar que:
“5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.
Las palabras del Rabí de Galilea sobre este tema son tal vez una parábola, pero llevan para mi un valor casi axiomático, si no satisfacen mi razón positivista, aun así por algún motivo, confieso que me llenan de paz. Desde mi punto de vista ponen de manifiesto la conexión que cada uno de nosotros tiene con Dios y la forma de entrar en contacto con él, aunque respeto a quien no lo perciba como yo.
Pienso que la Filosofía Moral en realidad sostiene una postura deísta respecto a la divinidad, es decir, afirmamos que existe un principio creador y rector que no interviene en el desarrollo de la vida en el universo y en el mundo. Todo se rige por leyes naturales que se revelan a sí mismas, a través de la luz de la razón y de la naturaleza. Pero esta postura no es respetada por todos. Algunas organizaciones consideran a nuestra Orden como una religión rival de índole naturalista a la que deben oponerse por el supuesto deber que les exige su fe en la divina revelación.
Sin embargo coincido con Joseph Fort Newton cuando afirma que la vida espiritual de la humanidad …“es una indagación y una conquista, cualquiera que sea la forma en que se asuma o el ritual de que se valga”. Yo creo que en todo caso en la Masonería hay un modo de actuar y de pensar, si de fe, de libertad y de fraternidad que acepta las verdades de la fe de cada uno y de la revelación que su razón descubra; pero que deja a cada cual que las interprete como su conciencia le dicte.
Es cuanto.
FRATERNALMENTE
Luis
M∴M∴
Resp∴ Log∴ Simb∴ Antonio Canales Olivares Número 64.
Bibliografía.
Liturgia del Primer Grado. Diccionario de la RAE en internet. Bliblia Reina Valera 1960. La religión de la Masonería- Joseph Fort Newton. (1) Diccionario etimológico del español de Joan Corominas