Causas que pueden matar una Logia.

El abatimiento de columnas es un fenómeno que puede presentarse al interior de las logias; es un suceso funesto que deseamos nunca suceda. Siguiendo las ideas expuestas en el “Manual de Masonería Simbólica” de José Díaz Carvallo, analizaremos las causas que pueden desintegrar una logia, lenta o rápidamente. 

El autor comparte 9 causas, pero aquí abordaremos sólo 5, las cuales creo son las más representativas.

1°.- No asistir a los trabajos con regularidad.

La asistencia del latín: _ “assiduus” _, significa “el que está al lado”. La asistencia es una de las virtudes del masón , no se trata solo del comportamiento social, del compromiso asumido, sino de la participación en un Egregor que beneficia a los que están “a su lado”; se refiere al eslabón de la cadena; la necesidad de la formación del grupo.

2°.- Ser oposicionista sistemático a todo, provocar discusiones inútiles que molesten a los HH.’. y demostrar a cada paso un espíritu de contradicción.

Toda logia es un grupo y como tal, para su buena marcha necesita que entre sus integrantes siempre exista una comunicación abierta y respetuosa. No obstante, para nosotros es importante que en todo momento, se aplique la tolerancia respecto a las ideas y opiniones de los hermanos. 

Quién sistemáticamente se opone a todo, da muestras de que no comparte los mismos objetivos que el resto de integrantes. Aquí debemos distinguir entre la facultad de disentir, que se funda en el justo discernimiento, y la caprichosa opinión sustentada en la pura necedad. Entendemos que en la base de nuestras opiniones están nuestras percepciones; pero en todo tiempo, debemos estudiar, para poder opinar fundamentados en el conocimiento de causa. 

3°.-  No pagar puntualmente sus cuotas mensuales, y querer que el Tesoro siempre esté a flote.

Este es un aspecto importante, porque la Masonería, aún y cuando estudia de manera importante lo que es la Caridad, desde mi punto de vista no puede confundirse con la beneficencia.

La Caridad es una virtud teologal que para nosotros, desde el punto de vista litúrgico es: la Fraternidad, inspirada en las buenas acciones. Por otra parte la beneficencia se puede entender como  el conjunto de acciones dirigidas a hacer el bien a los demás. 

En  la orden masónica, no puede  haber en ningún momento ni el deseo ni la acción que busque el lucro. A lo más, lo que nosotros hacemos es llevar a cabo obras para el sostenimiento de nuestra augusta institución. En la Orden Masónica únicamente importa el honor, la virtud y el talento;  quien busque el amor al dinero, encontrará que aquí entre nosotros nada valen los títulos, posesiones y riquezas que seducen al hombre, haciéndolo al final desgraciado. 

4°.- No aceptar cargos ni comisiones, ya que es más fácil criticar a los que aceptan, que cumplir con Dios.

A la Masonería se llega a trabajar, es un compromiso de por vida. Constantemente tenemos que trabajar contra nuestros enemigos naturales, las pasiones y contra otros muchos más peligrosos. No obstante, nuestro trabajo no siempre es solamente intelectual o espiritua. En otras tantas ocasiones requerimos de empeño, energía y ánimo para poder cumplir con los encargos que nos confiera la Logia.

No son tareas sencillas, debemos estar siempre prestos para servir y cumplir con nuestro deber, porque sabemos que nada da más felicidad, que precisamente poder admirar el deber cumplido.

5°.- No dar su opinión sobre algún asunto, y murmurar fuera del taller sobre la resolución que sobre él se haya tomado, diciendo cómo debía haberse hecho.

La Masonería señala que todo concierto humano exige orden y disciplina. Es necesario que unos gobiernen y otros obedezcan, sin abusos por parte de los primeros y sin envidias ni murmuraciones por parte de los segundos. En todos debe existir el deseo de agradarse mutuamente, procurándose la mayor satisfacción, una sola tendencia, una sola finalidad, un solo propósito, son los que deben guiarnos.

Estas reflexiones se comparten con la única intención de que los integrantes de las logias nunca caigan en conductas que debiliten o extingan la luz de sus respectivos talleres; no basta más que recordar que es muy bueno y delicioso habitar los hermanos juntos y en armonía y que siempre venimos a Logia para buscar los senderos de nuestra propia superación. Entre nosotros no hay uno mejor ni peor, pregonamos la igualdad fraterna y juramos socorrernos mutuamente, uno para todos y todos para uno.

Fraternalmente

Luis.