Masonería y algo más.

La Masonería es una escuela simbólica, idealista y realista y cuando esta trilogía se conjuga en una sola, su atracción es poderosa y nos retie­ne en su seno, a pesar de los vaivenes propios de una institución en crecimiento, como es nuestra augusta institución.

La masonería vista en esta trilogías simbólica, idealista y realista es algo intangible e indefinido que no podemos localizar, definir o analizar a pesar de que es absolutamente real y que está definida de un modo perfecto su orden es asombroso, justo y perfecto, quizás por eso ejerce en nosotros inconfundible seducción, algo misterioso y estimulante que nos arrastra perpetuamente adelante hacia un infinito objetivo. Y cuando te identificas con esta manera de pensar estás haciendo MASONERÍA. SÍ esto es masonería.

Querido Hermano Masón, muchas veces he observado tu actuación en el mundo profano en donde reina la inquietud y el bullicio; pero también te he visto entrar a nuestra Logia, donde reina la dignidad y el orden, y se expe­rimenta una atmósfera fraternal, y como cambia tu conducta y empiezas a mostrar tu conducta masónica en cuerpo, alma y espíritu, y cuando ocupas tu lugar y tu puesto asignado, como te identificas con el, por humilde que sea, y que bien lo desempeñas, porque colaboras con todos los demás con un solo objetivo que los trabajos sean ordenados, bellos, fuertes y llenos de sabiduría y porque no decirlo JUSTOS Y PERFECTOS. Cuando te portas de esa manara eso es HACER MASONERÍA,

Nuestros rituales masónicos, son como el agua fresca de los manantiales perenes, nunca pierden su atractivo, ni cansan, ni se envejecen, antes bien, su belleza, su majestad y su significación aumentan a medida que nos familiarizamos con ellos, nuestros rituales son trozos de suprema literatura, de satisfacción ética y de simbólicos significados. Esto es masonería y algo más.

La fraternidad masónica no sólo debe hablarse y sentirse, sino que debe vivirse en el hogar, en el trabajo, en la logia, y ¿por qué debemos vivirla? Porque la FRATERNIDAD es el verdadero nervio, corazón y espíritu de la Masonería y si la aceptamos sin evasivas, equívocos ni reservas de ningún género podemos llegar a nuestro pleno desarrollo masónico.

Cada secreto comunicado como preludio de ulteriores secretos; cada nuevo toque, cada nueva palabra sagrada conocida, no es en realidad si no una llave de paso que nos abre la puerta del esoterismo filosófico de nuestra orden. Crecer en el conocimiento masónico es hacer masonería y algo más.

Y si la masonería sigue siendo nuestra cuestión, entonces dediquemos a ella, y con ello estaremos haciendo masonería, y algo más.

Ote∴ de Chihuahua Chih, 16 de octubre 2009 E∴V∴ 

Fraternalmente 

Prof. David Hernández Álvarez. ( En el Et∴ Or∴ ).

R∴L∴S∴ Antonio Canales Olivares Número 64.