¿Cómo redactar un trabajo de albañilería?

Para hacer cualquier cosa es importante siempre considerar el aspecto emotivo y volitivo de aquello que se pretende lograr. En el caso de la Masonería el objetivo es alcanzar siempre la virtud y la instrucción que nos permite ser mejores hijos, mejores padres, mejores esposos y mejores hermanos. 

La Filosofía Moral tiene una estructura en todo su contenido y por ejemplo, si nos referimos al R∴E∴A∴ y A∴, a lo largo de sus 33 grados desde mi particular punto de vista, todas esas condecoraciones, esas palabras sagradas y de pase, todos esos conocimientos y literatura por leer, todo ese arte real, ese esoterismo es una especie de señuelo que ejerce un doble efecto, atrayente y al mismo tiempo distractor, el cual no todos los hermanos pueden superar en su lucha para alcanzar la virtud. 

Lo que eleva la complejidad de este saber, es que el método de conocimiento de la Filosofía Moral es el Simbolismo, es decir,  la explicación de todo empleando símbolos descritos generalmente en por lo menos tres niveles de comprensión, como lo son: una capa conceptual material, otro abstracto moral y otro secreto, el cual es inefable, pues nadie lo puede expresar con palabras ni comprender con explicaciones, pues se requiere que en todo nuestro ser, la vivencia nos haga entender el significado de cada emblema, herramienta o alegoría. 

Así pues, no se alcanza la virtud sin trabajo. El esfuerzo no es solamente en un plano meditativo, pero tampoco es nada más intelectual; si sólo se pone el intelecto en esta tarea, se llegará a la erudición, pero no a la liberación que implica la virtud. ¿Pero cómo debe ser el trabajo material de cada uno para lograrlo? 

El primer paso puede ser cultivarse a través de la lectura de obras de Filosofía Moral. Recordemos que para escribir una cuartilla, será necesario leer mínimo diez. Luego ayuda también el dialogar, mayéutica y dialécticamente, siempre en un ambiente fraterno. En ambos casos comencemos, generando una lluvia de ideas para formar la estructura de las ideas que queremos comunicar. La información que vamos a compartir, se puede divulgar por cualquier medio, nuestra costumbre en logia es que sea por escrito, pues debe quedar constancia de los resultados del trabajo que cada uno realiza. 

Para darle contenido a nuestros temas, es útil siempre hacernos algunas preguntas, como por ejemplo si estamos analizando el significado e interpretación de la Columna B: ¿Qué idea ética o valor moral expone el símbolo de dicha columna?, ¿Qué sabía yo antes de esa idea ética o valor moral? ¿Cómo obtuve ese conocimiento? ¿Qué diferencias o similitudes encuentro entre lo que sabía y lo que afirma la Filosofía Moral? ¿Cómo puedo aplicar lo aprendido a mi vida diaria? Esto es sólo un ejemplo y tal vez estas líneas ni siquiera cumplan con este método, pero ello obedece al tema.   

El segundo paso es reflexionar sobre  la forma de utilizar el conocimiento obtenido en nuestro diario vivir. Aquí incluso si es posible, debemos ponerlo en práctica. Así el conocimiento teórico lo podemos transformar en vivencia y este perdurará en nuestra mente y quedará útil para emplearlo en cualquier otro momento y eventualmente se transformará en sabiduría.  

El último paso consiste en compartir dentro de nuestros talleres el fruto de nuestro trabajo, generando el debate que permita a todos aprender al respecto, pues como diría George Bernard Shaw,  todo ser humano es superior a nosotros en algún sentido  y en ese sentido podemos aprender de él.

Ningún método o camino puede ser útil si no se tiene el impulso necesario para transitarlo. Cada uno en su interior debe encontrar las razones o motivos que le alientan a estudiar nuestra Filosofía Moral y que le hacen combatir a nuestros enemigos naturales, las pasiones. Si se tiene emoción y sentimiento, se puede dar cauce a la voluntad y lograrlo.   

No podemos ver los temas de Filosofía Moral como algo aburrido o sumamente complejo; sí tiene su grado de dificultad, pero si tenemos el empeño necesario, todo lo podremos aprender. La Masonería, como el campo al labrador, solamente comparte sus frutos con la hábil mano que sabe trabajarle. Nadie tiene la verdad absoluta y en consecuencia, los razonamientos de cada uno de nosotros, no pueden calificarse a priori como un error. Quien no coincida con nuestro planteamiento, que exponga su idea, deje su palabra en prenda y luego de cuenta de su antítesis mediante otro trabajo en una tenida posterior. 

FRATERNALMENTE

Luis

M∴M∴

Resp∴ Log∴ Simb∴ Antonio Canales Olivares Número 64.