El Masón ante si mismo.

Cuando el ser humano se acerca a su trascendencia, lo hace a tientas, anteriormente distraído por el ruido del vulgo, después impulsado por una sensación de descontento en la vida que está llevando, movido por una voz de conciencia que le susurra preguntas, que anhela paz, que busca respuestas, que le impulsa a ir más lejos, alentado por un impulso interior que le dice que más allá de si mismo hallara un mundo muy diferente al que estaba acostumbrado, otra dimensión.
Luego cuando da los primeros pasos y se inicia en los misterios, como la misma palabra “iniciación” y su etimología lo dicen: viene del latin “initium” que significa comienzo, que a su vez viene del verbo “inire”, que significa entrar, por lo tanto comienza el camino hacia sí mismo, el camino interno.
Tan importante era esta premisa que en el oráculo de Delfos estaba esta inscripción “conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses” . En Egipto, la pirámide de KEOPS era un templo diseñado para que los futuros iniciados entraran físicamente en la alegoría de su propio ser, para entrar era la primera puerta un camino largo, estrecho y oscuro donde había que doblarse para conducirse al interior de la pirámide (a la oscuridad de sí mismo), guiados por otra persona al frente con una pequeña luz que apenas alumbraba unos pasos al frente haciendo alusión a lo poco que podemos ver de nosotros mismos al intentar auto conocernos.
Aquí en esta oscuridad el simbolismo se convierte en sabiduría, internalizando es como se construye el hombre y se forma el masón de adentro hacia afuera.
Este conocimiento que se tiene de si mismo es para conocer a los demás, para contemplar el mundo externo, ya que este en realidad no es más que un reflejo de cómo somos nosotros mismos.
Todo lo que el hombre siembre cosechará, si el hombre ama recibirá amor, si odia será odiado, si critica será criticado, todo lo que el hombre dice o hace volverá siempre a él.
Al entrar en si mismo hay una mente consiente, una subconsciente y una mente superior. La consiente es la que ve la vida tal y como se presenta y esta tiene el poder de darle órdenes a la subconsciente, la cual es una energía sin inducción, como la electricidad o el vapor, incapaces de actuar con dirección por si mismas sin una orden de la mente consiente. Estas dos nos hacen tener voluntad y discernimiento para practicar la virtud y combatir los vicios, libertad de decisión a cada acción que emprendamos o a cada palabra.
En el silencio, en la oscuridad de nuestro interior del ser, mas allá de la mente racional hay una mente superior, platón le llamaba el patrón perfecto, el diseño divino, es el verdadero destino del ser humano que ha sido transmitido por la inteligencia infinita, es ahí donde nos hacemos uno con el G:. A:. D:. U:. de esa mente viene la inspiración, la contemplación, el arte, y todo lo sutil que experimentamos en el mundo terrenal.
Con la mente consiente nos volvemos funcionales con habilidades sociales y personales, y con la mente superior en conexión con la divinidad trabajamos en lo espiritual y la parte sutil de la existencia
Bien dice el principio hermético “como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”

Fraternalmente.

IVÁN ALBERTO RICO ORDOÑEZ.

A:. M:.

R:. L:. S:. Antonio Canales Olivares Número 64.

¿Cuál es el objeto de estudio en el grado de aprendiz masón?

❖ La introducción en el grado de aprendiz es la iniciación, a partir de la cámara de reflexión y losviajes simbólicos. El primer grado, iniciado o clasificación de aprendiz, es el primer contacto que se tiene con el mundo masónico, puede participar en las enseñanzas de la primera cámara de la masonería
❖ Aprendiz se refiere a la persona que inicia a instruirse, está abierta a recibir conocimientos e ilustración a través del estudio, investigación y análisis. Asociado a la palabra aprender, viene del latín apprehendere, cuando alguien (estudiante) persigue el conocimiento.
❖ Como aprendiz se generan compromisos consigo mismo, con la masonería y con la sociedad
❖ Corresponde a la masonería, como sociedad simbólica y filosófica, disponer al iniciado para que emprenda sus labores de estudio; por consiguiente, el objeto de estudio del aprendiz esta dado por:
-El encuentro con uno mismo, a partir de las experiencias de la iniciación.
-Desarrollar los conceptos de masón y masonería.
-Trabajar en la piedra bruta, dado por el estado de ignorancia y los vicios, trabajar en el
estado de imperfección.
-Abordar el estudio con base en signos, símbolos y herramientas.
-Los temas en el grado de aprendiz definen las bases y fundamentos para desarrollar la
masonería.
-Obtener las competencias que definen al masón y su evolución en la masonería
-Conocer los valores éticos y morales que debe cultivar.
-Conocer la organización, reglamentación y funcionalidad de la masonería-
El principal objeto del aprendiz es la duda; no obstante, por medio del intelecto tiene que
desarrollar el concepto de discernir.
❖ El aprendiz murió para los vicios, errores y preocupaciones vulgares; así mismo, renace para la virtud, el honor y la sabiduría.
❖ El aprendiz debe construir las bases para desarrollar el estudio de la filosofía moral con el
objetivo de practicar las virtudes. Filosofía moral y virtudes, engloban las reflexiones sobre la esencia, propiedades, causas y efectos del buen comportamiento humano.
❖ Las virtudes (clásicas y teológicas) se pueden asociar a las competencias que debe desarrollar el masón en el nivel de aprendiz y su posible avance a los siguientes grados
❖ Las herramientas asignadas al aprendiz están asociadas a la fuerza y dirección que requiere para trabajar en la piedra bruta, la cual define el nivel de avance o conocimiento alcanzado.
❖ Para un buen desarrollo como aprendiz, el iniciado debe: escuchar, investigar, pensar y disentir, opinar; la principal tarea del aprendiz es instruirse
❖ Por otro lado, el objeto de estudio se apega a los preceptos de la masonería: respecto al derecho y enseñanza del deber; reprueba la violencia, la ignorancia, el fanatismo y la superstición
❖ Cito. La educación es el arte de capacitar al hombre para que sea útil a la sociedad; la educación masónica es el arte de capacitar al masón para que sea útil a sí mismo, a su familia, a la nstitución, a la sociedad y a su patria.

Fraternalmente
J. D. V.
Aprendiz Masón.

RLS Antonio Canales Olivares Numero 64.

Los siete vicios.

Durante nuestro proceso iniciático, siempre hemos mantenido la premisa de “elevar templos a las virtudes y ahondar pozos sin fin a los vicios”…, este hermoso precepto lo mantendremos a lo largo de toda la carrera masónica, porque es la esencia viva del trabajo de nuestra orden. Pero esta ardua tarea de encerrar a los vicios parte del principio fundamental del compromiso con el trabajo interior, la disciplina en el trabajo esotérico es la herramienta fundamental para poder iniciar la colosal tarea de edificar ese templo interior.

Para encarcelar y dominar los vicios hace falta cavar primero los pozos y esa tarea se inicia desde el primer momento que empezamos a estudiarnos a nosotros mismo, desde el momento de la iniciación masónica, en esa parte fundamental en donde nos fundimos con el elemento tierra. En este análisis tenemos la primera arma para iniciar el estudio de esos emblemático siete vicios, que derivan en tantos elementos perjudiciales que truncan y atrasan el trabajo de todo iniciado, esa arma es la rectificación, que nos dará la luz para aceptar que tenemos esos vicios, que nos tienen dominados, que nos manejan en muchísimos casos a su antojo, pero que hemos tomado la decisión firme de ahondarlos para siempre en los pozos sin fin.


Pero sin el compromiso claro de un trabajo consciente sobre el desarrollo de nuestro espíritu no podremos lograr la meta, aun cuando el gran arquitecto nos entregue todos los dones y todas las herramientas posibles. Lo lejos que podamos llegar en ese trabajo asignado desde la etapa de aprendiz cuando recibimos la luz, es asunto exclusivo de cada Q.’.H.’. ya que para poder edificar la obra que no es más que el dominio de esos sietes vicios y transmutarlos en virtudes, se requiere, alto desarrollo espiritual, una vida de constante humildad, mucha auto-observación y sobre todo servicio a nuestros semejantes, procurando siempre ayudar y enseñar cuanto podamos, que es lo que nos dará el capital suficiente para lograr convertirnos en verdaderos alquimistas de la luz. Al integrarnos con nuestro espíritu, que no es más que nuestro maestro interno, ese venerable maestro, de muchas existencias que hoy dominado por lo denso de la materia que ocupa, rodeado de esos vicios que hoy en día están más acentuados en este plano, busca incesantemente las respuestas en diferentes caminos, hasta encontrar el compendio de herramientas que lo ayudara a edificar su obra y lo enseñara a practicar la alquimia y transformar una serie de elementos que por sí solo serían perjudiciales para su obra, en virtudes que lo consagran en el camino duro del proceso de construcción de su templo interior.

Luego de analizar y consultar alguna bibliografía y coincidir en su mayoría coloco los siete vicios: 1- La pereza, como primer aspecto negativo a estudiar y analizar, porque la inconstancia, la falta de compromiso que derivan directamente de este, hacen que los trabajo se atrasen y truncan la obra de todo iniciado, pero si sabemos trabajar este vicio a beneficio de nosotros transformándolo en la virtud de la constancia, del amor al trabajo espiritual y material, los resultados serán evidentes en el proceso de manejar los otros seis vicios; 2.La lujuria, cuánto daño y desequilibrio conlleva este elemento altamente perjudicial para el iniciado, afectando su entorno y a su familia, llevándolo a cometer cuantas abominaciones podamos imaginar convirtiéndonos en verdaderos esclavos, deshonrando el don más sagrado conferido que es el poder creador a través de la energía sexual, prostituyendo esa llama sagrada del amor en el altar de las bajas pasiones que quema la vida, y oscurece el alma llevándonos sin medida al abismo de la degeneración.

Pero el iniciado medido a su trabajo, dominado y enterrando este
vicio encama el más grande de las virtudes que es el amor puro, ese que lo
establece como hombre libre y de buenas costumbres, entregado a su familia y a la
formación de ésta con el arma más poderosa que es el ejemplo, vivificando el
verdadero uso de la moral para construir, recordando siempre que sin una vida ética
y sin practicar la moral, ningún progreso espiritual es posible; 3. La ira: que tanto
nos ciega, que nos perturba y nos convierte en amargados, que retrasa nuestro
trabajo y nos aleja de la familia y los hermanos, esa que es la base del egoísmo que
nos ata a una vida llena de maldad, es sin duda unos de los factores más
perturbadores en el proceso del crecimiento espiritual, desvanece el amor y sin
amor es imposible crear obras a la Gloria Del Gran Arquitecto Del Universo. Al
transformar la ira en armonía con nosotros mismo y nuestros semejantes,
rectificando, corrigiendo, ayudando y sobre todo perdonando, podremos seguir
cultivando el arte de trasmutar los vicios en virtudes y en este caso particular la
armonía espiritual necesaria para ejecutar ia obra; 4. La gula es otro factor
destructivo que generalmente vinculamos con la forma afanosa y desmedía de
consumir alimentos, pero este vicio aplica, al cigarrillo, la bebida, y otras tantas
cadenas que llevamos encima por permitir que éste viva de nosotros, como parásito
que destruye poco a poco nuestro cuerpo físico que fue prestado para cumplir la
obra de redimirnos en este plano. Al trabajar con este vicio y convertirnos en seres
comedidos, es decir, que es moderado, no exagerado, agresivo ni irrespetuoso,
disfrutaremos de una vida más plena, sin excesos y sin abusos de ninguna índole,
impidiendo que por nuestros propios actos destruyamos la materia que ocupamos
y el daño que muchas veces sin saber infringimos a nuestros semejantes; 4.-La
envidia sin duda, nos ciega y nos convierte en prisioneros de las más viles ilusiones,
apartándonos del trabajo por estar pendiente del trabajo de los demás, por lo que
es necesario tener la balanza del equilibrio al admirar los progresos del prójimo para
que por justo sacrificio y esfuerzo se logren las metas espirituales y materiales. 5.- La
avaricia es otro de los más perversos vicios, que nos encadena y nos ciega en el
terrible mundo del materialismo, que es atraso de todo tipo, paralizando por
completo cualquier adelanto en nuestra obra interior, llevándonos a cometer los
peores crímenes por el amor desmedido de las riquezas materiales. La dominación
de este vicio nos lleva a un comedido uso de lo material, para el desarrollo y la
mejora de la calidad de vida para nuestras familias y hermanos, sin descuidar el
óvolo, de la beneficencia que tiene que plasmarse tanto en el plano material como
en el espiritual. 6.La soberbia y 7. El orgullo, no son más que el antifaz que sigue
puesto en nuestros ojos e impide ver la luz que se nos entregó en el día de nuestra
iniciación, es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás
impidiendo de verdad entregarnos a una rectificación verdadera y por ende dar inicio
al trabajo de dominar estos aspectos negativos que destruyen y paralizan el trabajo
ya iniciado.

Para cumplir con el sagrado precepto de “ahondar pozos sin fin a los vicios y elevar templos a la virtud”, tenemos que liberarnos primero nosotros de los vicios, para construir esa prisión donde después de juzgarlos por la oscuridad en que nos han mantenido en este plano hemos de meter a esos vicios, para transmutarlos y lograr así nuestra gran obra: Perfeccionar nuestro templo interior. A L.’.G.’.D.’.G.’.A.’.D.’.U.’., S.’.F.’.U.’.

Es cuanto.

FRATERNALMENTE

LUIS RAUL JIMENEZ FIERRO.

M.’.R.’.G.’.M.’. DE LA M.’.R.’.G.’.L.’. COSMOS A. C.

DEL R.’. E.’. A.’. y A.’. DEL ESTADO DE CHIHUAHUA. 2021-2024.

El orador

El Orador (de orare, hablar) es el guardián y conservador nato de todas las leyes masónicas, especialmente de las fundamentales de nuestra orden. En el R∴ de instalación, el M∴R∴G∴M∴ le dice al hermano electo como orador:  

“… sois el representante del pueblo masónico. Vuestro deber es ilustrarlo y defenderlo, exigiendo el estricto cumplimiento de nuestras leyes. Procuraréis velar siempre por el imperio de la moral y la justicia”.

El lugar del orador a la izquierda del V∴ M∴ y cerca de la barandilla está elevada sobre dos gradas, e igual tamaño y forma a la del Sec∴, sobre ella estarán: los estatutos generales de la orden, las constituciones de la gran logia y los reglamentos del Tall∴ y un candelabro de siete luces, no encendiéndose más que tres en los trabajos ordinarios.

Por mucha que sea la sabiduría y por grande que sea la prudencia del Venerable Maestro, está expuesto a abusar de su poder, o a mal interpretar la ley, de donde se deduce la necesidad de un defensor de los derechos del pueblo masónico, una especie de Ministerio Público o Fiscal.

En un orador sabio, su cualidad predominante debe ser el buen criterio, este funcionario debe oponerse a toda deliberación que sea contraria a las leyes, teniendo el derecho de reclamar la suspensión de todo debate en el que crea descubrir la actitud, pasión, o que trate de sustituir a la moderación.

El Orador en trabajos abiertos, nunca hablará ni en pro, ni en contra de ningún asunto a discusión; pero si hablará sobre el punto a debate, con entera imparcialidad, señalando las ventajas o inconvenientes del caso, terminada la discusión la resume y da sus conclusiones, que el Taller, aprobará o rechazará, en forma ordinaria.

En la tenida de instrucción, si no hay instructor, él es el encargado de explicar la simbología de los grados, especialmente a los recién iniciados, en cuya felicitación procurará darles la primera lección de la ciencia masónica. Debe presenciar los escrutinios y cómputos, firmar las actas y minutas con el Venerable Maestro y el Secretario, y es el encargado de celebrar ceremonias fúnebres de la Logia.

Para Kabaleb Kasiel, en el orden simbólico el Orador representa esa ayuda divi­na que aparece en nuestra vida cada vez que iniciamos un nue­vo proyecto, esa voz que, cuando la escuchamos, nos dirige ha­cia el punto preciso, hacia ese detalle que nos situará en el camino de la consecución de nuestros objetivos. 

Para mi, a pesar de todas las labores tan nobles del orador, este oficial de la logia me parece más simbólico de la conciencia del hombre. Porque ayuda a ajustar la conducta de los hermanos ajustándola a la ley y a un proceder aplicando la sabiduría que el V∴M∴ irradia a toda la logia. En la iniciación la labor más placentera es pedir la gran luz y explicar al neófito los significados de la ceremonia y felicitar al taller por la adquisición de un nuevo obrero.

FRATERNALMENTE


Luis

MM

Resp Log Simb Antonio Canales Olivares Número 64.

La séptima libación.

Conforme nuestros antiguos usos y costumbres, corresponde al Gran Maestro, ofrecer este Brindis, al Sol; así como por la prosperidad de la nación mexicana y su gobierno legalmente constituido.

Los masones pertenecemos a una Institución respetuosa, responsable y forjadora de ciudadanos libres, igualmente responsables y respetuosos; nuestra Orden con sus enseñanzas morales nos demuestra que el Gobierno tiene una misión que la sociedad le ha delegado, velar por la paz y tranquilidad publica, defendiendo al débil del fuerte y viceversa, ocupándose de la educación e instrucción del pueblo para asegurar su desarrollo.

Esas son tareas esenciales que deben convertirse en verdaderos principios de la actividad publica. Hoy en día las cadenas que cercan a los hombres ya no vienen sólo del poder soberano y despótico de la propia patria; actualmente los intereses extranjeros, los mercados y los capitales son las rejas de esta jaula que limitan la acción y libertad de todos, aun que vivamos en una aparente independencia.

Aquí y ahora, un mundo que se mueve entre la idea de la globalización o la de los regionalismos a ultranza, que nos hacen olvidar que somos hermanos. Donde el beneficio y lo material es mas importante que el ser y la humanidad. Una sociedad dividida que ha perdido la idea de la fraternidad y la solidaridad, a esto es a lo que han reducido al pueblo, sin importar el estrato social al cual se pertenezca, pues en el fondo, nadie puede dejar de formar parte de el.

Con este brindis en honor al astro rey, simbólicamente se pide la Luz, la gran Luz que permita a nuestros dirigentes ejecutar su encargo con dignidad y diligencia mirando en todo por el bien y prosperidad de la nación. Pero el masón comprende que no hay forma de gobernar a los demás, si no se gobierna uno a si mismo.

Para ser libres y cooperar al engrandecimiento de la patria, no haremos una revolución armada. A través de nuestra filosofía moral, aprendiendo a pensar por uno mismo para conocer los deberes que cada uno tiene para consigo mismo, para con sus semejantes y para con el G.’.A.’.D.’.U.’.. De esta forma sólo generaremos una re evolución en la conciencia del masón, ese efecto paulatinamente impactará en nuestra familia, en nuestro grupo social, en la comunidad y así en toda la Nación.

La labor es ardua, debemos ser la argamasa que una y no materia que genere fricción. Los aquí presentes, tenemos fe en nuestros ideales, esperanza en realizarlos y amor a la humanidad para lograrlo.

Fraternalmente.

Luis.

Causas que pueden matar una Logia.

El abatimiento de columnas es un fenómeno que puede presentarse al interior de las logias; es un suceso funesto que deseamos nunca suceda. Siguiendo las ideas expuestas en el “Manual de Masonería Simbólica” de José Díaz Carvallo, analizaremos las causas que pueden desintegrar una logia, lenta o rápidamente. 

El autor comparte 9 causas, pero aquí abordaremos sólo 5, las cuales creo son las más representativas.

1°.- No asistir a los trabajos con regularidad.

La asistencia del latín: _ “assiduus” _, significa “el que está al lado”. La asistencia es una de las virtudes del masón , no se trata solo del comportamiento social, del compromiso asumido, sino de la participación en un Egregor que beneficia a los que están “a su lado”; se refiere al eslabón de la cadena; la necesidad de la formación del grupo.

2°.- Ser oposicionista sistemático a todo, provocar discusiones inútiles que molesten a los HH.’. y demostrar a cada paso un espíritu de contradicción.

Toda logia es un grupo y como tal, para su buena marcha necesita que entre sus integrantes siempre exista una comunicación abierta y respetuosa. No obstante, para nosotros es importante que en todo momento, se aplique la tolerancia respecto a las ideas y opiniones de los hermanos. 

Quién sistemáticamente se opone a todo, da muestras de que no comparte los mismos objetivos que el resto de integrantes. Aquí debemos distinguir entre la facultad de disentir, que se funda en el justo discernimiento, y la caprichosa opinión sustentada en la pura necedad. Entendemos que en la base de nuestras opiniones están nuestras percepciones; pero en todo tiempo, debemos estudiar, para poder opinar fundamentados en el conocimiento de causa. 

3°.-  No pagar puntualmente sus cuotas mensuales, y querer que el Tesoro siempre esté a flote.

Este es un aspecto importante, porque la Masonería, aún y cuando estudia de manera importante lo que es la Caridad, desde mi punto de vista no puede confundirse con la beneficencia.

La Caridad es una virtud teologal que para nosotros, desde el punto de vista litúrgico es: la Fraternidad, inspirada en las buenas acciones. Por otra parte la beneficencia se puede entender como  el conjunto de acciones dirigidas a hacer el bien a los demás. 

En  la orden masónica, no puede  haber en ningún momento ni el deseo ni la acción que busque el lucro. A lo más, lo que nosotros hacemos es llevar a cabo obras para el sostenimiento de nuestra augusta institución. En la Orden Masónica únicamente importa el honor, la virtud y el talento;  quien busque el amor al dinero, encontrará que aquí entre nosotros nada valen los títulos, posesiones y riquezas que seducen al hombre, haciéndolo al final desgraciado. 

4°.- No aceptar cargos ni comisiones, ya que es más fácil criticar a los que aceptan, que cumplir con Dios.

A la Masonería se llega a trabajar, es un compromiso de por vida. Constantemente tenemos que trabajar contra nuestros enemigos naturales, las pasiones y contra otros muchos más peligrosos. No obstante, nuestro trabajo no siempre es solamente intelectual o espiritua. En otras tantas ocasiones requerimos de empeño, energía y ánimo para poder cumplir con los encargos que nos confiera la Logia.

No son tareas sencillas, debemos estar siempre prestos para servir y cumplir con nuestro deber, porque sabemos que nada da más felicidad, que precisamente poder admirar el deber cumplido.

5°.- No dar su opinión sobre algún asunto, y murmurar fuera del taller sobre la resolución que sobre él se haya tomado, diciendo cómo debía haberse hecho.

La Masonería señala que todo concierto humano exige orden y disciplina. Es necesario que unos gobiernen y otros obedezcan, sin abusos por parte de los primeros y sin envidias ni murmuraciones por parte de los segundos. En todos debe existir el deseo de agradarse mutuamente, procurándose la mayor satisfacción, una sola tendencia, una sola finalidad, un solo propósito, son los que deben guiarnos.

Estas reflexiones se comparten con la única intención de que los integrantes de las logias nunca caigan en conductas que debiliten o extingan la luz de sus respectivos talleres; no basta más que recordar que es muy bueno y delicioso habitar los hermanos juntos y en armonía y que siempre venimos a Logia para buscar los senderos de nuestra propia superación. Entre nosotros no hay uno mejor ni peor, pregonamos la igualdad fraterna y juramos socorrernos mutuamente, uno para todos y todos para uno.

Fraternalmente

Luis.

Los deberes del Aprendiz Masón.

Al ingresar a la Masonería no se tiene generalmente una idea fidedigna de aquello que se va a encontrar; cualquier cosa que se diga sin haber vivido la experiencia es mera especulación y consecuencia, un derroche inútil de energía. Los juramentos que hacemos, siempre los proferimos de palabra, sin antes conocer su contenido. Es como si firmamos un documento en blanco. Pero adquirir estos compromisos no perjudica en lo más mínimo al recipiendario, pues nuestra orden practica una sana moral que es atemporal y por doquier aceptada.

En cualquier época y lugar es bien visto un ser humano que cumple su palabra, paga sus deudas, trata con tolerancia y justicia a los demás, obedece las leyes del lugar en donde vive y respeta a la naturaleza, tanto la suya propia como aquella de todo lo creado. Esa es una moral a prueba de cualquier espacio o tiempo. No hay sofista que pueda derribar tan poderoso argumento.

Litúrgicamente el aprendiz tiene 3 obligaciones fundamentales: la primera; la segunda y; la tercera que no expreso para preservar nuestro secreto y que invito a todos hagamos un esfuerzo de memoria e imaginación para situarnos en la misma sintonía, pues hemos jurado no escribir nuestros secretos.

Profundizando y siguiendo la literatura de Oswald Wirth encontramos que sus deberes hermanos aprendices son: Callar ante los Profanos, buscar la verdad, querer la Justicia, amar a sus hermanos. y someterse a la Ley. ¿Tendrán la energía suficiente para no claudicar? Yo sólo sé que su perseverancia está en el bien.

En general el Masón es un ser humano discreto, pues entiende el poder de la palabra, tanto creativo como destructivo. Por otra parte esa discreción pone de manifiesto que a él no le seducen los títulos, ni las condecoraciones, pues nuestra orden sólo busca en sus adeptos honor, virtud y talento.

La disciplina del silencio es una de las enseñanzas fundamentales de la Masonería. Quien habla mucho piensa poco. No se llega a la Verdad con muchas palabras ni discusiones, sino más bien con el estudio, la reflexión y la meditación silenciosa. Por consiguiente, aprender a callar es aprender a pensar y meditar.

Hay que buscar la verdad. En lo que venimos a trabajar se trata de eliminar los errores que desfiguran la verdad, la verdad está en todas partes, pero oculta. Hay que distinguir de entre lo falso y lo cierto, lo supersticioso de aquello que pueda ser fe o convicción. Por ello el Masón tiene prohibido hacer juicios a priori, para bien o para mal. Debe ser una inteligencia ampliamente abierta a todas las ideas susceptibles de provocar una modificación en las convicciones presentes. El que tiene sus ideas estancadas y trata de conservarlas no es un hombre de hoy, de progreso: es un pontífice que cree que sabe y que tiene fe en su infalibilidad. Si la iniciación no logra desengañarlo es porque cierra los ojos y tiende a permanecer Profano.

En el constante esfuerzo de buscar la verdad, pueden generarse roses; en principio porque ninguno aprecia la realidad igual que otro. En la base de nuestras opiniones están nuestras percepciones. Nadie está en el error absoluto y nadie, por otra parte, puede enorgullecerse de poseer la verdad perfecta. Por ello la Masonería nos recomienda la tolerancia y el respeto absoluto a la libertad de conciencia. Ya lo decía Juárez en el principio de una de sus muchas frases célebres: “Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar…”. Por ello les puedo decir que no tratéis de imponer nuestra manera de ver; llevad a los demás a descubrir lo que vos mismo habéis encontrado. Pensad y haced pensar.

El Masón debe querer la justicia. Esto significa que admitimos nuestra posición como miembros de una sociedad en la cual tenemos que trabajar para que todos podamos acudir y convivamos como hermanos. No debemos perder esa capacidad empática de sentirnos herido por toda iniquidad, aun cuando no seamos la víctima directa. Esto se logra a través del estudio que eleva el nivel de consciencia, ya que aquí se aprende a mirar a los infelices y desvalidos como a uno más de nuestros hermanos.

El respeto a la ley. En cuanto a las leyes positivas, por imperfectas que sean, no son menos respetables. Ellas constituyen el elemento fundamental de toda civilización, nos dan garantías contra las arbitrariedades, aseguran el orden y se imponen como una sanción necesaria del pacto social. Un Iniciado se somete, pues a las leyes aun cuando fueran injustas. El se inclina ante la voluntad general aunque ésta esté equivocada. Sócrates prefirió beber la cicuta antes que sustraerse a la sentencia legal, pero inicua que lo humillaba.

Para el Pensador, la razón es la ley suprema, contra la que no podrá invocarse ninguna estipulación escrita. El Iniciado goza de entera libertad, porque es plenamente razonable y, por consiguiente, no puede hacer sino un buen uso de su voluntad. Se es libre porque se elige con conocimiento de causa y aceptando incluso los imponderables a los cuales siempre estamos supeditados. Al fin y al cabo, la única libertad que se tiene, es la libertad de pensamiento, es la única que se puede alcanzar y asegurar.

FRATERNALMENTE

Luis

M∴M∴

Resp∴ Log∴ Simb∴ Antonio Canales Olivares Número 64.


Bibliografía.

El Libro del Aprendiz, Oswald Wirth.

La filosofía masónica, un antídoto contra el sentido común. La parte individual. (*).

El sentido común es una aplanadora por la cual todos piensan lo mismo y dicen lo mismo. Ya he comentado aquí que donde todos piensan igual, entonces esto es señal de que nadie piensa realmente.

En el primer grado se podría decir que la filosofía fundamental que se estudia, es lo sustentado por Descartes en “El discurso del método”: la duda filosófica. Llegamos a la Orden Masónica  porque intuimos que existe una verdad, la cual dista mucho de lo que el común de los hombres afirma. Desde el primer día la Filosofía Moral nos enseña que quien no piensa o no examina, que el que jura en las palabra de otro y se abstiene de investigar, si lo que se le enseña o se le  ha enseñado es cierto, no es un hombre, es una máquina. Dudad amigo mío de lo que no conozcais o no comprendais por vos mismo.  

Cuando René Descartes dijo: “Cogito ergo sum”, puso en el centro de toda actividad de pensamiento al ser humano. Dudar de todo es una expresión de nuestra libertad. La libertad se ejerce pensado, es decir, requiere una conciencia crítica.  El “no”, decir que no,  es un principio fundamental de la toma de conciencia, porque el “si” es siempre la afirmación de lo que está establecido. Decir que “no”, muchas veces es afirmarse a sí mismo. 

La libertad de pensamiento es la única a la que podemos aspirar, un lugar donde podemos ser totalmente libres. Como dijo Adan Watts: “No somos libres para trazar un círculo cuadrado, para vivir sin cabeza o detener ciertas acciones reflejas. Estos no son obstáculos para la libertad, sino condiciones de la libertad”. Pero soy libre para hacer todo aquello que no sea una contradicción y para pensar de la forma en que me sea posible.

Hay gente que no piensa, que es un sujeto pensado. No emiten ideas propias, repiten las ideas de los otros. Porque hay una ideología comunicativa que incide en la vida de la sociedad. 

¿Acaso crees que tú piensas sólo aquello que tú quieres? Al reflexionar, caigo en la cuenta que no. Muchas veces doy por sentado que las cosas son como son porque: así se ha hecho siempre;  porque todos lo hacen o, debo admitirlo nunca antes había pensado en eso. 

Desde pequeños nos inculcan verdades que nunca controvertimos. Hay tres fundamentales, seguro que sus padres alguna vez les dijeron: 1) eso no se dice; 2) eso no se toca y; 3) eso no se hace. Sin saberlo, los padres programan a sus hijos, ayudan a conformar en nuestras mentes el sentido común. Hasta nos han hecho creer que es una cualidad escasa el poseerlo. A mí me lo decían de niño. 

El objetivo de la ceremonia de iniciación es elevar el nivel de conciencia, al conceder al recipiendario la luz de la verdad. Pero esa luz, en realidad es sólo un fugaz destello; no es un impacto franco y abierto que aniquile el estado de oscuridad en que se encuentra el profano. 

Pero cuando uno decide ejercer su libertad, es una situación muy compleja. Grandes satisfacciones llegan; pero igualmente grandes pesares se sentirán, porque entonces somos totalmente responsables de nosotros mismos. Una vez que la alcanzamos, no podemos renunciar a ella, ni aunque cerremos los ojos.  Perdemos la posibilidad de escondernos tras la ignorancia, la indolencia o la cobardía.  Y en ese camino estamos prácticamente solos, nadie más reciente la consecuencia de nuestros actos. Ninguno otro deberá soportar las reprimendas de la conciencia, de la nuestra; de ella es imposible escapar. 

Pensar por uno mismo es peligroso. A veces se pierde la habilidad para congeniar con nuestro círculo social. A menudo el libre pensador es censurado o perseguido por aquellos a quienes conviene fomentar el clima de ignorancia.  Un pensamiento libre, expone ideas de conciencia crítica y no todos quieren escucharlas. Hay choques de violencia verbal que terminan en generar odio. En lugar de pensar se agravia, o en el mejor de los casos, se insulta.  Las ideas alimentan la democracia, la pluralidad y el progreso. 

Eliphas Levi dijo que:  “el hombre se libera de los males de la Naturaleza sabiendo sustraerse a la fatalidad de las circunstancias, por el empleo inteligente de su libertad”. 

Esto es cierto, no podemos liberarnos de la fatalidad sin el empleo de un pensamiento propio, porque el pensamiento es el principio de la libertad, la libertad se ejerce para pensar y poner en duda todo, absolutamente todo.

Fraternalmente.

Luis

M∴M∴

Resp∴ Log∴ Simb∴ Antonio Canales Olivares Número 64.

*Lo expuesto en este trabajo se acopió de los textos originales de la Liturgia del primer grado, de las reflexiones del Filósofo argentino José Pablo Feinmann en su programa de televisión “Filosofía aquí y ahora”, así como del libro La Sabiduría de la inseguridad de Adán Watts.

La filosofía masónica, un antídoto contra el sentido común. La parte social(1).

La historia se mueve por intereses económicos y de poder. Siguiendo la idea del Marxismo nos damos cuenta que “toda la historia de las sociedades humanas hasta nuestros días es una historia de lucha de clases”. Sin embargo en medio de esa guerra cuerpo a cuerpo, armada, nuclear, fría, comercial o tecnológica, está el hombre en lo individual, quien en nuestros días lucha por sobrevivir. No le queda tiempo ni energía para más.

En el mundo de hoy no hay distancias. Hemos visto que el poder económico secuestra la soberanía social. Estamos en manos de una especie de cleptocracia, donde incluso la clase política se comporta como caballo y torre de ese reinado de poder donde prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos. No se me tilde de socialista ni comunista, menos de anarquista porque no lo soy; creo firmemente y propugno por la libertad de trabajo y el libre cambio, así como el respeto a la propiedad privada que se obtiene por medio del trabajo honrado.

Sin embargo, mi intuición me dice que en esta sociedad del “se dice”, existen factores de poder que esclavizan a la humanidad. Pesa sobre nosotros una ideología comunicativa que se basa en lo que los medios difunden, que es la ideología del occidente capitalista, una ideología económica.

Aquí el poder mediático es poderoso, se come el mercado de la información y a su vez se come la conciencia de cada uno. Cualquier actividad que pone en disputa el pensamiento autónomo de los sujetos y el pensamiento del poder, es censurada abierta o veladamente. Cuando se impone el sentido común, entonces triunfa el pensamiento de poder.

La sociedad de hoy se caracteriza por nubarrones de pasión resentida y el odio de muchos. Hay un manejo mediático que fomenta el odio. Pocas ideas y muchas ofensas. No obstante, cuando se siembra discordia, hay divergencia; pero el poder mediático se equivoca porque su fin es concentrar el pensamiento.

Lo que piensa la mayoría es lo que el poder comunicacional quiere que se piense. Se ataca a todo aquel que construye un poder alternativo. Para dominar a la sociedad hay que lograr que aquellos piensen lo que nosotros queremos que piensen, ese es un premisa fundamental del poder comunicacional; no lo sugerimos, en absoluto; sólo lo advertimos.

El arma más poderosa y despiadada de este poder es la generación de paranoia. Estos desalmados siguen varios de los principios de la propaganda atribuidos a Joseph Goebbels, Ministro de Educación Popular y Propaganda, de Adolfo Hitler, particularmente:

1) Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

2) Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

3) Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

El poder comunícacional se devora a todo los otros elementos de emisión comunícacional, de forma que solamente llega al ciudadano un único mensaje. Hoy en día la monopolización del mercado, es la monopolización de la verdad. Lo único que recibe la población es una idea que se forma como si fuera verdad, ahí se genera el sentido común de la sociedad.

¿Cómo liberarse? Yo aún no puedo responder esta pregunta y creo que nadie aquí lo hará. Lo único que he logrado es entender que no debo divulgar aquello que no me conste que es la verdad. Debemos desarrollar el sentido más importante que tenemos, la facultad de “DISCERNIR” para poder apreciar la realidad en su exacta dimensión.

Fraternalmente.

Luis.

M∴M∴

R∴L∴S∴ Antonio Canales Olivares Número 64.

(1). Lo expuesto en este trabajo se acopió de los textos originales de la Liturgia del primer grado, las reflexiones del Filósofo argentino José Pablo Feinmann en su programa de televisión “Filosofía aquí y ahora”.

El mandil.

Al parecer, el uso del delantal sugiere protección, ya que cubre partes de la parte inferior del abdomen, donde se ubica el órgano reproductor.

El hombre siempre ha tenido la tendencia a protegerse, primero del clima, después de todo lo que le era adverso o enemigo.

Hoy en día, tenemos delantales de todo tipo, incluido el plomo, para proteger a quienes se enfrentan a la radiactividad.

En la masonería, sin embargo, esta protección es simbólica y se refiere al cuidado de no “manchar” el delantal, manteniéndolo inmaculado, simbolizando la pureza.

Sin embargo, para el día a día, ¿qué lección nos presenta el delantal?
En nuestra imaginación masónica, tenemos el deber de llevar siempre el delantal, aunque no haya materia, sino solo la imagen mental, porque así tendremos en nosotros, la vigilia, el cuidado, el celo y el propósito de servir.

La práctica evangélica de mayor bienaventuranza para los que sirven, que para los servidos, es la lección que debemos preservar como protección, no dejando libre el egoísmo y la astucia del “aprovechamiento”.

El delantal debe estar “usado”; por eso, nos ponemos permanentemente esta protección simbólica, para que nuestras vidas sean rentables.

Breviario Masónico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madrás, 2014, pág. 64.